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La sencillez del ejercicio que vamos a proponer es tanta que te aseguramos que tu mismo la vas a poder hacer. En esta demostración práctica el artista  Miguel Ferrón pinta para vos un paisaje marino ( rocas de Calella ) con una técnica mixta en la que intervienen la acuarela y rotuladores de punta fina y punta ancha aplicados sobre papel tela, cuya textura recuerda la del lienzo para pintar oleo.

 ACUARELA Y ROTULADORES SOBRE PAPEL

 

La sencillez del ejercicio que vamos a proponer es tanta que te aseguramos que tu mismo la vas a poder hacer. En esta demostración práctica el artista  Miguel Ferrón pinta para vos un paisaje marino ( rocas de Calella ) con una técnica mixta en la que intervienen la acuarela y rotuladores de punta fina y punta ancha aplicados sobre papel tela, cuya textura recuerda la del lienzo para pintar oleo.

No se trata, pues, de aprender una nueva técnica, sino que se trata de experimentar con dos técnicas tradicionales y conocidas, para ver qué posibilidades expresivas podemos descubrir al combinarlas sobre una superficie que no es normal para ninguno de los dos medios utilizados.

Fotografía del tema a desarrollar ( rocas de Calella ) y primer encaje realizado con un lápiz muy blando ( 4B ) que apenas roce la superficie del papel

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 El encaje

Cuando trabaje sobre el papel tela, debe tener presente que se trata de una superficie poco favorable al borrado. Encaje, pues, con un lápiz muy blando que deje huella sin apenas apoyarlo sobre el papel. El encaje inicial realizado por Ferrón ( vealo arriba ) sitúa los volúmenes con trazos apenas perceptibles de un lápiz plomo de graduación 4B. Así, cuando no tenga más solución que la goma de borrar para arreglar algún error de bulto, esta será efectiva con solo rozar el papel.

Como puede observar ( izquierda ), el primer encaje a lápiz ha sido perfilado con un rotulador negro al agua, de punta fina, pero no con la idea de conseguir el clásico dibujo a pluma que luego será coloreado. Como verá inmediatamente, el perfilado se desintegra en contacto con el agua, Sin embargo, este perfilado ( esta demarcación de planos ) va a permitirnos, al principio, una separación o delimitación de las distintas aguadas de acuarela.

Perfilado del primer encaje con rotulador negro punta  fina, soluble en agua. Observe cómo han quedado delimitados los principales planos que dan a las rocas una confirmación poliédrica.

Dos detalles de la aplicación de las primeras aguadas sobre el encaje perfilado. Observe la acción del agua sobre lineas negras, que estan perdiendo su nitidez y empiezan a fundirse con los colores realizan a fundirse con los colores recientemente aplicados.

Las primeras manchas 

Con una paleta muy reducida ( ocre amarillo y azul ultramar ) se han aplicado las primeras manchas con una clara intención de color y buscando la fusión de las líneas del perfilado, excesivamente comprometidas, cuya tinta, al diluirse, ha proporcionado matices prácticamente azulados y violáceos que colaboran eficazmente en la entonación del fondo acuarela.

Es evidente que Miguel Ferron, mientras ha trabajado estas primeras manchas, lo ha hecho respetando con absoluta fidelidad las más clásicas de las normas del acuarelismo: colores limpios, transparencias perfectas, etc. Todo eso, claro está, aceptado el hecho de que el papel acuarela.

Para compensar la falta de absorbencia del papel, hay una solución lógica: regular la carga del pincel y escurrirlo un poco antes de aplicarlo sobre la superficie del cuadro.

Aspecto de la obra de Ferrón después de las primeras aguadas. Los matices violáceos que aparecen entre las rocas son el resultado de haber diluido con aguadas de azul la tinta del rotulador negro utilizado para perfilar el primer encaje.

Detalles de la aplicación de las aguadas más oscuras en los árboles del primer plano y en las grandes hendiduras de las rocas.

Los fondos definitivos

Miguel Ferrón ha seguido avanzado en la realización de su obra, sin dejar de pensar, de momento, como un acuarelista  tradicional empeñado en enriquecer la gama cromática de su paisaje. Viendo la fotografía situada a la izquierda de estas líneas, no podemos tener la más leve duda de que el artista hubiera podido optar por dejar el cuadro tal y como aparece en ella. Quizás hubiera introducido algunos matices más y habría firmado otra de sus acuarelas.

Pero, como que la intención era otra, el trabajo a la acuarela realizado hasta el punto en que nos hallamos no requería una mayor insistencia, puesto que iba a ser complementado con la aplicaciones de rotulador. Y si hemos destacado la palabra complementado ha sido para matizar la importancia que van a tener los rotuladores en la obra. Lo que el autor pretende es dar a la pintura una nueva personalidad que por ello deje de ser la misma pintura.

Observe que este trabajo a la acuarela ha servido tanto para ajustar el color en todas las zonas de la composición como para acentuar aquellos contrastes tonales de los que depende la sensación del relieve.

 
Aspecto final del trabajo de acuarela realizado por Ferron, antes de lanzarse a la superposición de los trazos de rotulador.

Zona de pinos en la cima del acantilado, tratada con rotulador de color azul luminoso. Los trazos paralelos e inclinados siguen el ritmo que señalan los troncos.

Zona central de las rocas donde se aprecia la utilización de rotuladores rojos, azules y amarillos. Estos trazos de colores puros, que dejan de apreciarse cuando nos alejamos del cuadro, aportan una serie de matices que dan carácter y calidad pictórica a la obra.

zona de rocas más próxima a la playa. Los trazos verticales oscuros proporciona una gran consistencia a las formas rocosas y, al mismo tiempo, enmarcan la mancha de luz dorada de la arena que, de este modo, se convierte en centro de interés del cuadro.

Las aplicaciones de rotulador 

A través de esta serie de tres fotografías de detalle, puede observar perfectamente que Miguel Ferrón ha utilizado los rotuladores respetando todos los volúmenes; lejos de desdibujarlos, los ha aceptado;le ha dado una mayor solidez. A ellos ha contribuido el hecho de que los trazos siguen la dirección que más conviene a cada uno de los planos que forman las rocas y las distintas masas de vegetación.

La obra ha ganado en riqueza cromática y en definición de los contrastes, lo que equivale a decir de las formas. El autor ha enriquecido mucho más los tonos medios y oscuros de los árboles del primer plano haciendo mucho más atrayente el hueco que permite ver una zona de la playa. es un centro de interés a partir del cual la mirada del espectador se disminuye, en sentido radial, por toda la superficie del centro.

Esta es la obra de Ferrón, fotografiada en un estado en el que podría considerarse suficientemente acabado. Sin embargo, el artista consideró que requería unos toques finales que le diesen una mayor vibración. 

Dos detalles en los que se aparecían el trabajo realizado con los rotuladores de punta fina, al aportar nuevos colores muy segmentados a unos fondos que, poco a poco, han ido adquiriendo una muy notable riqueza cromática.

Los valores plásticos

Que una pintura sea buena o mala no depende de un ideario estético ( realismo, expresionismo, etc ), sino de que en ella se den o no unos valores plásticos, a veces de difícil definición, pero a cuyo presente se debe que podamos referirnos a unas cualidades pictóricas. En esta página y a través de tres fotografías de detalle, hacemos mención a tres de los valores plásticos que un análisis de la obra de Ferrón nos ha descubierto.

1. La luminisidad del color, dada por la transparencia del medio utilizado y por el control en las superposiciones, cuyoexceso la habria desvirtuado

2. La calidad de la textura dada por el tipo de papel. Observe, en este detalle, la reserva expresa que hace el autor de zonas muy poco insistidas. Alli donde se han superpuesto mas de dos pasadas de rotulador, la textra del papel pasa inadvertida, lo que constituye a destacarla de las que acabamos de llamar poco insistidas.

3. La riqueza cromatica, que se acumula mas en unas zonas que en otras, proporcionada, sobre todo, por los rotuladores ( mucho mas que por las aguadas de fondo ) que, capa sobre capa, procurando que no se perdiera la transparencia, han hecho de esta obra experimental de Miguel Ferron un buen ejemplo de lo que los rotuladores pueden dar de si.