Tras prepararse el terreno durante un año, La Cosa del Pantano y Animal Man cruzan sus caminos en el primer crossover de la nueva DC, ‘Mundo Putrefacto‘. Forma de publicación un tanto novedosa ya que la editorial prescinde de la serie troncal, aquella en la que acontece todo lo importante, y se decide por que la acción salte de una serie a otra. Así, este primer volumen se centrará más en el avatar del Verde, aunque Buddy estará presente también en muchas partes del mismo.

Nuestros “vertiginosos” héroes tendrán que unir fuerzas para hacer frente al renacido Anton Arcane, señor de la Putrefacción, que tras su última aparición en la colección de Swampy dejó bien claras sus intenciones de hacerle un poco más difícil la vida a la Humanidad en general y a la Cosa en particular. Tras una primera incursión en la dimensión de la Putrefacción asistiremos a un panorama desolador ya que tanto héroes como villanos han desaparecido o han pasado a formar parte del tenebroso ejército. Poca resistencia se encuentran las legiones de Arcane, al menos hasta la inesperada llegada de los adalides del Verde y del Rojo, cuando los acontecimientos parecen sufrir un inesperado giro.

 

Tanto Scott Snyder como Jeff Lemire han ido desarrollando esta historia en cada una de sus respectivas colecciones y una vez llegados a este punto es cuando los acontecimientos empiezan a sucederse de manera precipitada. Sin embargo, tras esta fachada de tenebrosidad, horror y metafísica de andar por casa se encierra una historia romántica, de esas de amor imposible o al menos bastante difícil de conseguir. En este caso, el alter ego de Alec Holland y Abigail parece que no podrán disfrutar de una deliciosa y romántica velada juntos ya que serán separados uno del otro y para que puedan reencontrase otra vez, no serán pocos los enemigos, peligros y superhéroes de dudosa moral los que tendrán que sortear y vencer. Veremos si el amor lo puede todo.

Si hasta ahora todo hace presagiar una historia bien escrita que proporcionará un buen rato de agradable lectura, toca sumarle el notable nivel artístico en el que dibujantes como Becky Cloonan, Marco Rudy, Steve Pugh o Yanick Paquette ponen toda la carne en el asador para elevar la nota final de esta primera entrega del crossover más tétrico y sórdido que se recuerda en DC, al menos en esta nueva andadura editorial.

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